Ser bueno un rato, porque sí, por probar, por lo que sea, puede acarrear graves consecuencias para ti y los que están a tu alrededor.
Puede extenderse como un virus por tu organismo, puede que quieras reincidir, porque haya un no-sé-qué que te dé un inusitado gustito al ejercer un acto de bondad, puede que te drogues de bondad y no sepas pasar el mono…
Antes de ser bueno por primera vez… Piensa en las consecuencias.