Me bastó con una mirada. Te bastó con una mirada ¿No crees que somos románticos a nuestra manera? Sin la torpeza de la palabra, sin la angustia del verbo. Sin tú saberlo contestaste a una pregunta que hace meses quise hacerte. Sin yo esperarlo la respuesta me dejaba en la mejor de las posiciones.
Nos bastó con una mirada. Me bastó. Y aun así quise otra más y luego otra. Y luego tu boca. Y tu sexo. Y arañarte. Y lamerte. Y morderte. Y olerte. Y mirarte. Y mirar cómo me miras. Y estirarte. Y doblarte. Y doblarme yo contigo. Somos romanticos a nuestra manera. No, me preguntes qué pregunta contestaste. Deja que el destino haga sus deberes. Déjame creer que estás ocupado. Déjame creer que no me lees.
Nos bastó con una mirada. Me bastó. Y aun así quise otra más y luego otra. Y luego tu boca. Y tu sexo. Y arañarte. Y lamerte. Y morderte. Y olerte. Y mirarte. Y mirar cómo me miras. Y estirarte. Y doblarte. Y doblarme yo contigo. Somos romanticos a nuestra manera. No, me preguntes qué pregunta contestaste. Deja que el destino haga sus deberes. Déjame creer que estás ocupado. Déjame creer que no me lees.
imagen de Ligeia