Me cansé de los finales no felices. Y pensé entonces en quedarme con los principios, con ese breve suspiro temporal en el que todo es bueno, todo te fascina y todo le fascina y hay magia y puedes oír esa música. ¡Cómo me gustaba oír esa música! Esa música tocada para nosotros, solamente para ti y para mí, solamente en mi cabeza. ¿O tú también la escuchaste?
Me cansé de los principios felices, porque sólo son eso, principios. Comprendí que son historias sin finales, reabsorbidas por su propia intensidad, por engatusar al destino, por ir más rápido que el tic tac del reloj.
Me cansé de los principios felices, de los finales no felices… Y ahora me pregunto si se tratará de tener un mal principio o un principio mediocre para llegar a un final… Y a un final (al menos) no infeliz.
Me cansé de los principios felices, porque sólo son eso, principios. Comprendí que son historias sin finales, reabsorbidas por su propia intensidad, por engatusar al destino, por ir más rápido que el tic tac del reloj.
Me cansé de los principios felices, de los finales no felices… Y ahora me pregunto si se tratará de tener un mal principio o un principio mediocre para llegar a un final… Y a un final (al menos) no infeliz.
Imagen Hannah