Veo esos catálogos de viajes
con esas parejas con ropas holgadas blancas
desayunando de una taza vacía
con gran variedad de frutas y bollería
posiblemente de mentira
sobre un impoluto mantel
en una mesa de la terraza de un hotel
desde donde se ve el mar
y un hombre a lo lejos ayuda a un niño
a sujetar su cometa azul marino
mientras otro tío, más joven
lleva a caballito a una chica rubia
con el pelo suelto a merced del viento
Y sonríen. Todos sonríen. Son modelos
Les pagan para eso
Y a mí me entran ganas de vomitar
Leo : Reserva ahora y paga un 50%
Régimen de desayuno
250 euros, todo completo
Escapada romántica
-parecen contentos-
Estancia inolvidable.
Yo no me lo creo
Me entran ganas de vomitar
Me compadezco del infeliz
que sueñe esa historia
en lugar de soñar una propia.
Y me pongo a vomitar.
Supongo que mi taza sí estaba llena
de algo que no quedaría bien
en la foto de la terraza de ese hotel.