Si me mientes, miénteme con ganas. Miénteme de veras. Tómatelo en serio. No me dejes a medias. Pónmelo difícil. Ata los cabos para que los desate yo después. Permíteme recrearme estirando del hilo hasta llegar al centro mismo de lo real. Y desde allí mirarte y sonreír y no decir nada más que todo lo que se puede decir con media sonrisa.
A decir verdad, parece mentira. He tenido la razón todo el tiempo… Y estoy satisfecha porque no se me escapa ni una y estoy triste porque tengo razón, y tener razón implica que el mundo es un poco más mierda de lo que ya sabía que era.