Cuántas veces
me esperaste 10 minutos o más donde siempre. Cuántas
veces hablamos de ver Brown Bunny. Cuántas veces jugamos con
los muñecos del Opencor. Cuántas madrugadas pasamos por la calle
Bonaire, yo siempre muerta de frío y tú siempre queriendo el Buda
de aquella tienda de decoración. Cuántas veces nos reímos
recordando la noche en que aquel poli te pilló con una bici del
ayuntamiento y te dijo '¿qué?, ¿te gusta la bici?', y tú 'sí, me
gusta mucho la bici'. No puedo evitar descojonarme una vez más,
realmente te indultó porque se tragó que te faltaba un hervor.
Cuántas veces cruzamos el semáforo de La Riera de la mano. Cuántas
veces nos despedimos en medio del semáforo y nos giramos después
para agitar la mano una vez más. Cuántas veces nos besamos subidos
en un banco de Las Rambas. Cuántas veces bajamos juntos las
escaleras de la Plaza Mayor y cuántas veces tendré que bajarlas sola para olvidar las veces que las bajamos juntos. Cuántas aventuras
habrán vivido Jake y Finn en este tiempo.