Mara tenía que encontrar a alguien con quien compartir el peso del placer y encajar los suspiros y agitarse los fuegos y alimentar las fieras de sus adentros.
No era sencillo. Nada era ya sencillo. ¿Dónde estará el que despierte sus fieras? ¿Existirá o tendrá que inventarlo? ¿Existe o ya lo ha inventado? ¿Existe o ya lo has inventado?