Dilatar la tensión
estirar el momento
no rozarse ni un pelo
y mirarse de reojo
al reír
y buscar en sus ojos
la mirada cómplice
del que entiende lo mismo
que tú
y tocarte de noche
pensando en su nombre
y reírte tú sola
en el
tren
recordando el momento en
que dijo aquello
que tú recordabas
también