8 de abril de 2014

Nos vemos donde siempre


Me escribiste ‘nos vemos donde siempre’ y me dio risa-pena-rabia que siguieras llamándolo donde siempre si hacía meses que no nos veíamos allí. Si hacía meses que no nos veíamos.

Me escribiste ‘nos vemos donde siempre’ y yo hubiera preferido cualquier otro lugar que no hiciera tan evidente la diferencia de altura entre aquellos que fuimos y aquellos en los que nos habíamos convertido.  

Me escribiste ‘nos vemos donde siempre’ y nos vimos allí pero ya no era donde siempre y ya no éramos los de siempre.  Ya no éramos.