Te has estado manteniendo ocupado. Has estado planeando planes. Inventando quehaceres. Tapando los huecos con masilla universal para no pensar. No has parado. No has pensado. Pero se acerca el momento de parar. Sabes que se acerca el momento de parar. Y entonces puede que te encuentres pensando. Pensando en volver allí donde solías ir. Pero no sabes dónde dejaste las llaves ni si aún te servirán ni si habrá alguien esperando. Son muchas incertidumbres y no te va el riesgo. Nunca te ha ido el riesgo. Por eso lo mejor que puedes hacer, lo mejor que puedo hacer, te dices, es seguir inventando planes y comprando masilla o cemento o yeso o lo que sea que uses para disimular las grietas de tu vida.
Tú no las verás. Pero seguirán estando ahí.