Nunca había entendido la expresión beber los vientos hasta que lo conoció. Desde entonces el aire que inhala es líquido, cargado, etílico, cava del Baix Penedès. Y cada segundo, a cada aliento se va embriagando más, aunque ya no lo tenga, aunque todavía no lo tenga. Porque por él bebe los vientos. Y los elementos.