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7 de mayo de 2013

La única hambre que tengo

Si hoy me hubiera topado contigo, te habría abrazado. No te habría dicho nada. Ya lo dije todo. Sólo te habría abrazado porque sucede a veces que la única hambre que tengo es de un abrazo tuyo. De esos que no sabías cómo dar. De esos que nos dábamos. 

5 de mayo de 2013

Tan simple que te atraviesa


Lo que tenía que ser para siempre
no fue para siempre
por eso necesitas algo que poner
en el lugar donde tenía que ir
lo que tenía que ser para siempre

Tan simple que te atraviesa acuchilla hiende
y se queda dentro

22 de abril de 2013

Ya no te escribo


Ya no te escribo porque es como tumbarte en una autopista a esperar que te pasen por encima 14 autobuses escolares o como tirar una piedra al mar y esperar que el mar te la devuelva envuelta en algas.

Ya no te escribo y si te escribiera te hablaría de algunos poemas de Roger Wolfe, de los pocos autores vivos que he leído, que tradujo a Buk y algo se le pegó; te hablaría de uno en concreto de C. Iribarren, también vivo; y de la película American Splendor con y sobre Harvey Pekar, autor del texto de aquel libro sobre los beats que tan acertadamente me regalaste.

Ya no te escribo. Ya te he escrito.

11 de abril de 2013

Diminutivo de capricho


Ni rojas ni negras ni verdes
no tienen, 
gastaron el color
mis coléricas ganas de verle

Ahogué a mi pájaro azul
con vino blanco y ginebra
piaba el perfect day de Lou
brama profusa su herencia

Ya no los llamo genios
aunque están en las noticias, los veo
Ya no hay hocico banyat
ni sustos en Jaime III

Dormida confundo al hombre con el perro
ya lo hice en la waking life
y todos los pensamientos que les tengo
y que proyecto
flotan entre las nubes cian

Bailo bailo bailo bailo bailo
el I want you de Bob
Puede que invoque a algún astro
esta noche
puede que duerma mejor

sin razón

27 de marzo de 2013

Una transición de lo real a lo idílico


Fotograma de Like Crazy

Escribí

Ya
no sé
quién eres

Pero no es cierto. Sé quién eres. Sé quién eres. Lo sé. Te dije que iría con pancartas. Y, de alguna forma, lo he hecho. Hace unas semanas vi cerca de la Misericordia un accidente, los momentos posteriores a un atropello: alguien en el suelo, policía, ambulancia y un corro de personas mirando. Ya sabes que a mí no me gusta mirar. Tú hubieras mirado. Pensé ¿y si es él?. ¿Me enteraría? Ya no es un dolor que ahogue ni queme ni oprima. Es un dolor consternado, sedado, frustrado, silencioso, discreto, elegante. Hay quienes nunca conocen al amor de su vida y quienes dicen haberlo encontrado pero no poder estar con él. Hay para quienes no pasa de ser un concepto abstracto. Yo puedo decir que lo palpé con los dedos de las manos y con las frías yemas de los dedos de los pies. Que lo estrujé entre mis brazos y mis piernas y mis nalgas y mis dientes. Que lo conocí hasta desconocerlo... Tú y yo puede que ya no seamos nosotros, pero nunca seremos desconocidos. Sólo fue una transición de lo real a lo idílico. Justo al contrario que el resto del mundo.

Seguro
que en este segundo
una pulga
muerde el culo
de un cliente
del pub Yang

26 de marzo de 2013

24 de marzo de 2013

Cuántas aventuras habrán vivido Jake y Finn


Cuántas veces me esperaste 10 minutos o más donde siempre. Cuántas veces hablamos de ver Brown Bunny. Cuántas veces jugamos con los muñecos del Opencor. Cuántas madrugadas pasamos por la calle Bonaire, yo siempre muerta de frío y tú siempre queriendo el Buda de aquella tienda de decoración. Cuántas veces nos reímos recordando la noche en que aquel poli te pilló con una bici del ayuntamiento y te dijo '¿qué?, ¿te gusta la bici?', y tú 'sí, me gusta mucho la bici'. No puedo evitar descojonarme una vez más, realmente te indultó porque se tragó que te faltaba un hervor. Cuántas veces cruzamos el semáforo de La Riera de la mano. Cuántas veces nos despedimos en medio del semáforo y nos giramos después para agitar la mano una vez más. Cuántas veces nos besamos subidos en un banco de Las Rambas. Cuántas veces bajamos juntos las escaleras de la Plaza Mayor y cuántas veces tendré que bajarlas sola para olvidar las veces que las bajamos juntos. Cuántas aventuras habrán vivido Jake y Finn en este tiempo.

14 de marzo de 2013

Él&Ella 1 14

Ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice, ella dice.

Él no dice nada.

6 de marzo de 2013

En el 'Ya no' de Idea

Es tan triste
tan triste como tú has querido que sea
Es tan triste
encontrarte en el 'Ya no' de Idea
Es tan triste 
ser personas-que-se-saludan
Es tan triste
volver a ser extraños
Es tan triste
como yo sabía que sería

12 de febrero de 2013

Hielo camina conmigo



Despiertas. Le das los buenos días al dolor. Buenos días. Lleva días a tu lado. Ya ni te estorba. Te está cayendo bien. Estás ganando peso y yo lo pierdo. Te ha guiñado el ojo. Y no tienes ni idea de qué significa eso. Desayunas. Le pasas pasas el zumo. Te duchas y el dolor, sentado sobre la tapa del váter, pone la segunda voz en el recital que estás dando. Te acuerdas de la última de Woody. El dolor no, aún no estaba. Te vistes. Te aconseja ese vestido. Tú aún no estás para ese vestido. Por la calle te coge la mano. El dolor tiene la mano fría, helada. Y piensas, bueno, al menos hielo camina conmigo.     

11 de febrero de 2013

No han funcionado

Pasar el aspirador. Afilar mis lápices. Hacerme una trenza. Hacerme dos trenzas. Comprar una lámpara. Ordenar el ropero. Leer El padecimiento continuo. Leer Bukowski para principiantes. Hacer crucigramas. Ir al cine. Ver pelis. Muchas pelis. Pintarme las uñas. Montar vídeos. Pasear. Probarme ropa. Elegir unos vaqueros. Hacer puré. Beber cerveza. Ir a correr. Ponerme crema. Escuchar Radio Futura, Portishead, Hooverphonic, Christina Rosenvinge, Zahara, Tulsa, The Beatles. Aprenderme Hey, Jude. Hacerme fotos con gafas 3D. Tomar valium. Teñirme el pelo. Apuntarme a un concurso. Escribir. Ir a imprimir. Ir a entregar. Fregar los platos. Hacer ejercicios de relajación. Arreglar la funda de las gafas. Cambiar el color de mis uñas. Quitarme las trenzas. Hacerme unas más pequeñas. Contar ovejas. 

Son las cosas que se me ha ocurrido hacer para no pensar en ti. 


No han funcionado.

10 de febrero de 2013

Quédate conmigo, recuerdo


Quédate un rato más conmigo, recuerdo-de-aquella-tarde-viendo-Otra-Tierra, porque si te vas, cómo podré encontrarte entre tantos cajones de otro tiempo.
Quédate un poco más conmigo, que aún no hay nada nuevo esperando ocupar tu lugar.
Quedaos, olor a palomitas, olor a tortitas, olor a café en la nevera, porque si no os quedáis, acabaréis pringados de algo viscoso llamado odio.
Quédate, recuerdo del dolor de espalda, del mordisco en el cuello, de los mofletes rojos,
de la toalla demasiado alta, de la toalla demasiado baja.
Quédate conmigo, recuerdo, porque cuando ya no estés, no echaré de menos que te hayas ido.

4 de febrero de 2013

El verde está harto de ser esperanza


El verde está harto de ser esperanza
y se lanza al mar
quiere ser turquesa
o azul azur azul azur
-que decía Buk que decía Valoff -
pero sale
se seca
y no llega ni a esmeralda

El rojo está pachucho
apesadumbrado
ya no quiere ser pasión
se ha untado de hollín
pretende oscurecer hasta
confundirse en la noche
pero sólo llega a granate

El verde y el rojo se encuentran
se miran
no saben qué decir
palidecen desmejorados
se acercan
se detienen
ay
recuerdan esa época dorada
en la que de su síntesis emanaba
una amarilla luz

2 de febrero de 2013

Este dolor


Todo este dolor que sientes

   y que han sentido
el tipo que te vende el periódico
y tus padres
y los padres de tus padres
y los que vivían antes donde vives tú ahora
y la enfermera que te puso las inyecciones cuando enfermaste de niña
y el frutero que te vendía la manzana cada mañana de camino al colegio
y el que nunca se atrevió a decirte que le gustabas en EGB
y el que te lo dijo en una notita de papel y tú no le correspondiste porque era gordo o memo o se rascaba todo el día las pelotas
y toda esa gente a la que han dado plantón en el kilómetro 0

   y que sienten
el vecino que apesta con el que siempre coincides en el ascensor
y la pescadera que destripa los peces que no hace tanto se movían en aguas oceánicas
y que no sentían nada, pero sí el que los pescaba
y el que vacía las papeleras de la puta calle
y el que intenta hacer poemas al estilo Gustavo Adolfo Bécquer
y el que pega los carteles de los conciertos de esa mierda de club al que no piensas volver
y el que pega encima de esos carteles otros carteles
y la vieja que rebusca de noche en los contenedores con un perro al que llama Arturo
y el que te odia
y el que te quiere
y todos los que no tienen ni la más mínima idea de tu existencia

   es el mismo dolor.

Todo el dolor es el mismo dolor.