La ciudad. A veces tan odiosamente pequeña. A veces inmensa.
Cuántas cosas te han pasado en la esquina de tal con cual. Cuántas has
olvidado. Cuántas inventas. Cuántas planeas. Cuántas han pasado a otra gente. Justo allí. Qué está pasando ahora.
Una teoría apunta a que el tiempo no existe, que es sólo una
ilusión, que todo sucede a la vez, todo lo que pasa, pasó y pasará, está pasando ahora. Y me fascina. Me subo a este banco y
siento que al mismo tiempo que subo, subí y subiré y estará vacío y había otra
gente y habrá otra gente y otra gente y nadie y no estaba el banco aún ni estaba la rambla ni estaba la ciudad y se habrá esfumado.
Y yo, ahora, mañana, hace 2 años, subida a este banco, cruzando este semáforo, esperando en la esquina de tal con cual, tengo lo que tengo y he perdido lo que tengo y tengo lo que he perdido. El tiempo no existe. Y menos en esta ciudad.