Debería
haber mil espejos como hay mil aspectos en un ser. Un espejo para la
belleza, sí, ese ya lo tenemos. Sólo tenemos ese. Pero, cuántos guapos en un espejo
ordinario se mirarían en un espejo de la honestidad y verían algo muy distinto. ¿Eh? ¿Y en el de valor? ¿Y en
el de generosidad? ¿Cuántos se verían como un despojo en el espejo de la
felicidad? ¿Y en el de responsabilidad? ¿Quién es guapo ante un espejo de grandeza? ¿Quién
es guapo ante un espejo de sentido del humor? ¿Cuántos son monstruos ante un
espejo de bondad? ¿Y de empatía? ¿Y de paciencia? ¿Cuántos se ven reflejados siquiera
en un espejo de verdad?
Debería
haber mil espejos como hay mil aspectos de un ser. Porque sólo cuando vemos
lo que somos, sabemos lo somos y sólo cuando sabemos lo que somos, podemos
desear cambiarlo.